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¡Se abren las votaciones!

Esta es la fase decisiva del Concurso de cuentos 2007: el turno de las votaciones.

Después de haber leído las creaciones literarias de tus compañeros de clase, ahora, tendrás que votar cada uno de los cuentos. Puedes otorgarles una puntuación máxima de 5 puntos y mínima de 1 punto.

¿Cómo se vota? Muy fácil:
Encontrarás una casilla para votar por cada cuento al final del mismo. Debes seleccionar y marcar la puntuación que desees. A continuación, pulsa sobre el botón VOTE. ¡Ya está!

El próximo 12 de diciembre será la entrega de premios.
¡Mucha suerte a todos!

Posted by Noelia a las 10:52 a. m. // 0 comentarios // //  


EL DEDO

Entré en la casa y inmediatamente supe que algo pasó. El olor de hule quemado llenaba mi nariz, y mis pulmones se convirtieren en el color negro. No había luz en la casa ni algún sonido. Empezó a caminar hacía mi dormitorio, pensando en esta escena tan extraña. De repente, mi madre apareció enfrente de la puerta de la cocina. Ella parecía cansada y me miraba con ojos muy serios y me dijo…

“Tenemos un problema.”

Me asustó un poco que el problema fue culpa mía, pero ella empezó a contarme la historia de su día. Ella estaba cocinando la comida cuando su amiga muy vieja y pesada pegó la puerta y empezó a hablar con ella. Su amiga hablaba y hablaba sobre nada y al mismo tiempo el aceite en la cazuela se ponía mas caliente y caliente. Por fin mi madre dejó de hablar con su amiga y volvió a la cocina, pero fue demasiado tarde. ¡La cocina estaba en fuego! En ese momento mi madre cogió el grifo y empezó a tratar de apagar el fuego. Ella sucedió con algunos heridos y una cocina completamente negra.

Seguí a mi madre en la cocina y miré a los daños. El techo no tenía el mismo color de blanco brillante como antes. Además, la cazuela estaba cubierta en aceite quemado y las sobras de la comida negra estaban en todas partes de la estufa. El ventilador que estaba arriba de la estufa tenía un hueco grandísimo y solo quedaba trozos de metal. Después de ver la cocina mi madre me mostró su mano. Sus dedos eran completamente rojos y grandes. Ella los quemó cuando estaba apagando el fuego. Ella no tenía sentido en uno de los dedos y todas sus uñas eran negros como el aceite quemado.

Un mes después del episodio, todavía estábamos viviendo las consecuencias del fuego. Los dedos de mi madre había mejorado un poco pero todavía un dedo era morado y ella tenía que llevar una venda muy grande que limitaba algunas actividades de mi madre como comiendo, sacando dinero de su bolso, y cocinando. Yo estaba acostumbrando al sonido del microondas y la imagen de mi madre cada noche cortando la planta de aloe vera y poniendo el líquido en su dedo.

La semana siguiente, mi amiga de mi pueblo vino a visitarme. Era el cumpleaños de ella entonces mi madre hizo una torta para la comida con 20 telas para la edad de mi amiga. La torta fue un secreto, entonces mi madre me llamó desde la cocina para ayudar con las telas. Había muchas telas en la torta entonces estábamos enciendo las telas juntas. De pronto yo miré la mano de mi madre que estaba encendiendo las telas a la derecha de la torta y su venda de su dedo estaba en fuego otra vez. Grité un poco y ella de repente se dio cuenta de que su dedo estaba en fuego. Por fin ella apagó el fuego en su venda que desapareció y casi quemó su dedo otra vez. Nos mirábamos y empezábamos a reír por la ironía y el miedo que teníamos.

En conclusión, la historia del dedo continuaba. Al cabo de 2 meses el dedo todavía no estaba curado. El fuego nos seguía y no podíamos escapar la historia del día cuando nos dimos cuenta de que “tenemos un problema.” De vez en cuando recordábamos la historia del dedo y empezábamos a reír porque sabíamos que no podíamos olvidar esta historia tan larga y loca sobre el dedo.








Posted by Kelsey Harmer a las 1:53 p. m. // 0 comentarios // //  


La carta

La semana pasada recibí una carda de mi madre. La carta llegó en una sobre que era blanco como nieve. La era blanco y perfecto, no tenía un alguno defecto, ninguna marca que lo demostró que pasó a través de los correos, que viajó media manera alrededor del mundo. Llegó pareciendo no una sola persona lo había tocado excepto mi mamá.

La carta siento sobre la mesa. Se parecía ingrávida como la carta flotó sorbe la mesa y esta esperando para mi.

Me coger la carta con mi mano y no sentía su peso hasta que lo abrí.

En ese momento yo sabía que sabía que yo lloraba, yo sabía que los rasgones funcionarían abajo de mis mejillas y mi cara sería hinchada. Apenas no sabía si esos rasgones que se mancharían a mi cara serían rasgones felices o tristes.

En seguida empezó leer la carta.
“Pues, esta noche comenzar a adornar para Navidad. Por supuesto decidía tan comenzar con el manger. No puedo parecerme conseguir los camellos derechos y soy seguro hago que ninguna duda ponga a alguna de la gente en el lugar incorrecto, pero pensaba en usted como lo hice y deseé compartirlo con usted así que le estoy enviando esto...

Espero que su estómago se esté sintiendo mejor. Le llamaré por la mañana para comprobar en usted. En mientras tanto, aquí está la historia verdadera de Navidad:

Mientras estoy leyendo la carta mis ojos llenaron de los rasgones. Al mismo tiempo que estoy leyendo y tengo mis ojos llenaron de los rasgones estoy pensando en mi madre y cuánto la amé. Yo pensaba sobre todos las navidades nosotros pasamos juntos. Todos de los adornados mi madre tenía. Sobretodo hecho de menos mí Mama y mi casa.

Inmediatamente yo sabía la cuenta, en las palabras de mi madre “La historia verdadera de Navidad.” Si no sabía la cuenta yo no era la hija de me mama. Ella había leyendo este cuenta a mi para todo mi vida. Lo sabía bien.


Aconteció que, mientras ellos estaban allí, se cumplieron los días de su alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito. Le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Había pastores en aquella región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y un ángel del Señor se presentó ante ellos, y la gloria del Señor los rodeó resplandor; y temieron con gran temor. Pero el ángel les dijo:

"No temáis, porque he aquí os doy buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. Y esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre."

De repente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad!"

Aconteció que, cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Pasemos ahora mismo hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha dado a conocer."

Fueron de prisa y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verle, dieron a conocer lo que les había sido dicho acerca de este niño. Todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les dijeron; pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como les había ido dicho

Cuando terminé leyendo la carta yo lloré pero los rasgones felices. Hasta algunos momentos la carta que ahora tenía las palabras cariñosas de mi mamá sostuvo mis rasgones también.








Posted by Meagan Pagano a las 1:22 p. m. // 0 comentarios // //  


Cantando con mí misma

Ella se marchaba de su piso como todos los días, pasó por calle Miguel Zaera, dio una vuelta a la calle La Serna, y cruzó el parque para cortar unos minutos de su camino a la universidad. Le gustaba escuchar a su Ipod por las mañanas cuando andaba, para despertarse. Aquella mañana, mientras entraba el parque, la chica aumentó la música de su ipod, luego eligió una canción fantástica, y al final, empezó a cantar un poco en voz alta, por lo menos con las palabras que sabía. Alguna vez esta chica americana cantaba así, porque casi nunca había personas en el parque tan temprano como se lo cruzaba. Además, el Ipod fue fabricado para esté propósito, no? Todo el mundo había visto los anuncios de la gente bailando con sí mismas sus canciones favoritas. Ahora ella salió del parque, pero no dio cuenta, y siguió cantando. De repente ella descubrió que había un hombre joven, incluso guapo, andando detrás de ella. Inmediatamente echó los cascos de sus orejas con enorme vergüenza, y en seguida dejó de andar tan rápidamente. Entre tanto el chico se acercó a ella, y en esé momento la chica americana notó que él no había oído nada, porque llevaba los cascos también. Al final, se rió, volvió los cascos en sus orejas, y volvió a andar a la universidad como siempre.








Posted by Meghan Tighe a las 12:36 p. m. // 0 comentarios // //  


El día de claridad

Antonio vivió en Barcelona durante toda su vida. En su niñez, normalmente iba a dar un paseo con su padre por las Ramblas. Durante estos paseos hablaba con su padre sobre los días pasados, cómo era Barcelona, su familia y, sobre todo, la vida en general. Inicialmente Antonio odiaba los paseos con su padre. No le gustaba ni oír cosas sobre el pasado ni recibir consejos, él quería vivir su propia vida, y cometer errores por su propia cuenta.
Con esta actitud, Antonio tenía algunos problemas con sus amigos. Fue un tiempo difícil para Antonio, y también para su padre porque él tenía que mirar mientras su hijo se sentía mal. El padre trató de hablar con Antonio, pero él mantenía la misma actitud. Después de días de sufrimiento en la escuela y durante los fines de semana cuando él se quedaba solo, Antonio y su padre salieron a caminar por las Ramblas, pero esta vez Antonio escuchó a su padre. En la mitad del camino, Antonio se dio cuenta de que si él hubiera escuchado a su padre, no habría tenido problemas con sus amigos.
Desde el día de claridad su padre fue una gran influencia en la vida de Antonio. Le preguntó sobre la vida y pidió consejos, y se dio cuenta de que él podía tener su propia vida, pero cualquier persona necesita ayuda de vez en cuando.








Posted by Marissa Diaz a las 1:53 p. m. // 6 comentarios // //  


Un cuento

Yo tenía que escribir un cuento para mi clase de composición. Al principio, tenía muchas ganas de escribirlo. Después de una semana había escrito tres cuentos. El primer cuento que escribí era sobre una mujer, se llamaba Karen Dulcetierra-Mostaza, que fue a estudiar a Voorshhka por un año. El segundo cuento era sobre una mujer, se llamaba Karen Dulcetierra-Mostaza, que fue a Voorshhka para experimentar estudiando y viviendo allí para que supiera lo que necesitaba cambiar para mejorar el programa de estudios en el extranjero. Y el tercer cuento era sobre una mujer, se llamaba Karen Dulcetierra-Mostaza, que visitó nueve estudiantes que estaban estudiando en Voorshhka. Cuando terminé el tercer cuento me enfadé mucho porque no me gustó ningún cuento. Al final yo decidí escribir un cuento sobre mi historia escribiendo un cuento.








Posted by Samantha Hallowell a las 11:30 a. m. // 0 comentarios // //  


La Hoja Roja

Katerina era una chica exitosa en todos los sentidos de la palabra. Cuando tenía nada más de tres años su madre invitaba a su casa una estudiante inglesa para que Katerina pudiera oír inglés. Katerina y la inglesa charlaban, más Katerina en español y la inglesa en inglés. Ella intentaba poner palabras de inglés en la cabeza preciosa de la niña de pelo rubio y ojos azules. Sus orejas después de poco tiempo empezaron a reconocer a las palabras que salían de la lengua de la inglesa. La madre le miraba a su niña con admiración y no era extraño que ella le invitara a su marido mirar a Katerina y la inglesa desde la ventana que dividía el salón de la cocina. La madre en su estado de admiración cogió a la mano de su marido y le decía en voz baja, "¡Nuestro niñita va a hacer cosas grandes!"Más tarde, y después de una infancia sin dificultades y llena de éxitos, Katerina se encontró en su último año de la universidad. Toda la gente de su barrio en Madrid se conocía y sabía que ella va a hacer cosas grandes. Nadie tenía ningún idea de que, pero todos estaban seguros. La manera de que ella se comportaba y su voz suave y confidente emitía una luz radiante que se reconocía cualquier persona al momento de encuentro con ella. Además todos que le conocían, sabían que sus ojos azules miraba a cosas afuera del barrio, afuera de la universidad y afuera de su cariña España.

Los primeros de junio de 2003 hacían muy caluroso en Madrid. Las calles negras brillaban bajo el sol ardiente. Katerina no podía concentrar en sus libros, apuntes y carpetas. A causa de su frustración porque no sabía porque no podía concentrarse, se fue a la calle a pensar bajo el sol ardiente. Se encontró con un árbol joven y feo al lado de la calle que parecía quemando por el calor. Sus ramas eran cortas y sus hojas habían empezado a caer aunque era verano. El calor era demasiado para el árbol joven. Pero a la primera vista Katerina se sintió algo saltar en su pecho. Un vientecillo movió a su pelo rubio. Y oyó, en inglés, la voz de la inglesa, diciéndole,"Ven, habla con mi amigo."Con manos tembladas, cogió una hoja marrón entre sus dedos y inicialmente empezó a hablar de sus padres quien le han cuidado con todos sus corazones por, hasta ahora, 19 años. Las primeras palabras que ella habló se provocaron unos escalofríos en la espalda. Después del tanto bueno en su vida, gracias a sus padres cariñosos, de repente este árbol feo y joven se provocó en ella la sensación de que había algo perdido en su alma. Desde era pequeña, su madre le ha contado que sí ella aprenda inglés, pudiera trabajar en una gran impresa o ser una mujer de negocios. A ella le caía bien esta noción que pudiera ser cualquiera persona, pero ahora con el sol, el árbol y el viento, ella olía el mar y oía los pájaros del mar.

Estaba intrigada y por eso el día siguiente se fue otra vez al árbol al lado de la calle. Esta vez se sentaba debajo de las ramas flacas y empezó a coger más hojas en sus dedos. Otro vientecillo se jugaba con sus pelos rubios y de repente todo alrededor de ella olía como cuerpos muertos y sangre fresca. Le asustó el huelo porque pensaba que va a encontrar al huelo del mar otra vez. Eso le puso intranquilo a ella y regresó a su casa segura con sus padres cariñosos. Pero aquella noche, ella soñaba con imágenes de un desierto sin comida, agua ni vida. Esta imagen fue interrumpida por otra de una mesa llena de comidas ricas, vinos finos, manteles de telas de oro y Katerina solo pudiera ver la espalda de un hombre muy alto con hombros anchos y un cuello muy erecto. Las otras personas tenían caras indistinguibles. Se despertó muy asustada y miró a su ventana donde pudiera ver las ramas de un gran árbol moviéndose en el viento. La ventana había abierta un poco, y dentro del hueco entre el alféizar y la ventana entró una hoja roja. Ella la cogió, encendió la luz y reconoció que la hoja tenía forma del continente del África. La puso en la mesa al lado de su cama e intentó a dormir.

Al principio el árbol al lado de la calle era algo interesante y nuevo y lugar a ir para relajarse, pero ahora le parecía a ella que la hoja roja y el sueño intentaron a decirle algo. Se fue otra vez al árbol la semana siguiente y allí se encontró un afiche debajo de algunas hojas con imágenes de mujeres y bebes con SIDA en Uganda. Al pie del eso aparecía una pregunta, “Qué vais a hacer?” Esta tarde en vez de regresar a sus libros, fue a una agencia de vuelos. Escogió un vuelo a Sierra Leona para la semana siguiente. Esta fue la primera vez que ella ha hecho algo sin consultando sus padres primero. Al momento de comprar los billetes se sintió un gran pesado sacado de su mente y luego eso movió a su pecho.
La mañana de su vuelo hacía sol radiante y un cielo sin nubes. Madrid se veía precioso por el aire, notó Katerina. Cuando aterrizó en Sierra Leona, se notó Katerina un río andando por la tierra con el aspecto de la calle en Madrid brillando bajo el sol. Veía a los árboles con mucho interés y decidió que estos eran tan feos y bajitos con ramas cortas como suyo en Madrid. Antes ha decidido trabajar con el World Food Programme que les daban comida a los refugios. Cuando entró al campo de refugios, tres mujeres con bebes en sus espaldas le saludaron a ella con sonrisas radiantes. Puso su mano, por habito, en el bolsillo de sus vaqueros y tocó los restos de la hoja roja que había entrado en su cuarto hace lo que parecía a ella ahora como muchas semanas. Se sonrió y levantó su cara al sol radiante y brillante que hace poco ha calentado a su cara debajo de su árbol en Madrid.








Posted by Grace Campion a las 5:06 p. m. // 0 comentarios // //  


La aparencia y la realidad

Por toda su vida, María Teresa vivía en el bello campo fuera de la ciudad. Había montañas y valles, ríos y bosques. Tenía todo y era un lugar definitivamente precioso. Para ella, sin embargo, una parte de la belleza del campo era la perspectiva que obtuvo de vivir en un lugar así. Desde la ventana en su habitación, tenía una perspectiva increíble del campo porque estaba casi encima de una de las colinas principales. Podía ver todo desde esta ventana y pasaba todos sus días mirando la gente del pueblo y en la distancia la gente que trabajaban en los campos.
Inicialmente, no fue una obsesión, pero después de unas semanas María Teresa había empezado de hacer sus quehaceres de la mañana de una manera rapidísima para que pudiera pasar las tardes en su habitación. Sus padres no pensaron mucho en su comportamiento porque era niña y probablemente no estaba haciendo cosas peligrosas dentro de la casa. Tenían razón, pero lo que ella sí estaba haciendo fue algo un poco menos infantil que pensaban.
Su habitación miró a un granero entre la tierra de su vecino y la de su propia familia. Entonces, muchas de las cosas que podía mirar desde la ventana ocurrieron cerca de este granero. Adicionalmente, su cama estaba situada enfrente de la ventana y por eso, tenía muchas oportunidades para mirar todo lo que pasó cerca del granero y en la parte del campo alrededor durante toda la tarde y toda la noche, también. Nada pasó durante los días y eso lo sabía María Teresa, pero continuó a mirar desde la ventana. Miró al granero específicamente porque hacía algunas noches, vio a su vecino entrando y saliendo del granero a horas curiosas de la noche.
El hombre era muy solitario y nunca habló con María Teresa. Tenía una esposa pero ella era más desagradable que él. Ella siempre estaba gritando que su marido había malgastado todo el dinero y la comida. Por eso, María Teresa no se acercó a su casa nunca y no sabía nada más que lo que podía imaginar. Cuando el vecino empezó a comportarse en esta manera bastante rara, ella prestó atención. Cada noche, una hora después de que los vecinos se apagaron sus luces, el hombre salió de la casa y fue al granero. Siempre llevó una cesta pero con la oscuridad María Teresa nunca observó lo que estuvo dentro. Después de algunos días así, María Teresa les dijo a sus padres sobre el comportamiento extraño de su vecino. Ella pensó que el vecino había capturado a alguien y tenía la persona escondida en este granero. Sus padres no la creyeron pero María Teresa persistió hasta el momento que sus padres llamaron a la policía.
La policía esperó para el vecino al lado del granero y cuando él salió de su casa durante la noche lo detuvo. Él tuvo la cesta como siempre y mientras la policía estaba preguntándole, él dijo que la policía debió buscar lo que fue dentro. Cuando abrieron la cesta, las únicas cosas dentro fueron dos botellas de leche. En este momento, la esposa del vecino apareció en el granero. “¿Qué haces con nuestra leche, hombre?” preguntó ella a su esposo. Con un poco de miedo, el vecino explicó que había un gato que encontró en el granero que había dado la luz a seis gatitos. “Sólo quería ayudarlos.” dijo el hombre. La policía empezó a reír de esta situación tan ridícula y salieron después de avisar a María Teresa que debía tener cuidado antes de acusar a alguien de un crimen. Ella se disculpó y todos regresaron a sus casas mientras los vecinos se peleaban sobre los gatitos y la leche que el hombre “había malgastado” durante estos días.
Al final, el hombre no hizo nada extraño que estaba en su granero pero María Teresa aprendió mucho después de su experiencia en espionaje. A ella, le gustaba analizar los hábitos y acciones diarios de otros porque, quería saber las razones por qué la gente hacía lo que hacía. Aunque en su juventud no descubrió las cosas que imaginaba, María Teresa descubrió cosas que se puso a pensar en el mundo en que vivía. Desde un edad muy joven, ella empezó a poner más énfasis en la pregunta de ¿por qué? La vida diaria, para ella desde luego, tenía mucho que ver con lo que las personas miraban, pero también se dio cuenta que había muchos emociones, motivos, y pensamientos que existían detrás de las acciones y palabras. Ahora ella es psicóloga y es muy conocida en su trabajo porque (obviamente) tiene mucha experiencia.










Posted by Karleigh Rose Pettit a las 6:18 p. m. // 0 comentarios // //  


La aparencia y la realidad

Durante toda su vida, María Teresa vivió en el bello campo fuera de la ciudad. Había montañas y valles, ríos y bosques. Tenía todo y era un lugar definitivamente precioso. Para ella, sin embargo, una parte de la belleza del campo era la visión que tenía por vivir en un lugar así. Desde la ventana de su habitación, tenía una vista increíble del campo porque estaba casi encima de una de las colinas principales. Podía ver todo desde esta ventana y pasaba todos sus días mirando la gente del pueblo y, en la distancia, la gente que trabajaba en los campos.
Inicialmente, no era una obsesión, pero después de unas semanas María Teresa había empezado a hacer sus quehaceres de la mañana de una manera rapidísima para poder pasar las tardes en su habitación. Sus padres no pensaban mucho en su comportamiento porque era niña y probablemente no estaba haciendo cosas peligrosas dentro de la casa. Tenían razón, pero lo que ella sí estaba haciendo era algo un poco menos infantil de lo que pensaban.
Su habitación miraba a un granero entre la tierra de su vecino y la de su propia familia. Entonces, muchas de las cosas que podía mirar desde la ventana ocurrían cerca de este granero. Es más, su cama estaba situada enfrente de la ventana y por eso, tenía muchas oportunidades para mirar todo lo que pasaba cerca del granero y en la parte del campo alrededor durante toda la tarde y toda la noche, también. Nada pasó durante esos días y eso lo sabía María Teresa, pero siguió observando desde la ventana. Miraba al granero específicamente porque hacía algunas noches, veía a su vecino entrando y saliendo del granero a horas peculiares de la noche.
El hombre era muy solitario y nunca hablaba con María Teresa. Tenía una esposa pero ella era más desagradable que él. Ella siempre estaba gritando que su marido había malgastado todo el dinero y la comida. Por eso, María Teresa no se acercaba a su casa nunca y no sabía nada más que lo que podía imaginar. Cuando el vecino empezó a comportarse de esta manera bastante rara, ella prestó atención. Cada noche, una hora después de que los vecinos apagaban sus luces, el hombre salía de la casa e iba al granero. Siempre llevaba una cesta pero con la oscuridad María Teresa nunca veía lo que había dentro. Después de algunos días así, María Teresa les contó a sus padres sobre el comportamiento extraño de su vecino. Ella pensaba que el vecino había capturado a alguien y tenía la persona escondida en este granero. Sus padres no la creyeron pero María Teresa persistió hasta el momento en que sus padres llamaron a la policía.
La policía esperó por el vecino al lado del granero y cuando él salió de su casa durante la noche lo detuvo. Él tenía la cesta como siempre y mientras la policía estaba preguntándole, él dijo que la policía debía buscar lo que había dentro. Cuando abrieron la cesta, las únicas cosas que había dentro eran dos botellas de leche. En este momento, la esposa del vecino apareció en el granero. “¿Qué haces con nuestra leche, hombre?” preguntó ella a su esposo. Con un poco de miedo, el vecino explicó que había un gato que había encontrado en el granero que había dado a luz a seis gatitos. “Sólo quería ayudarlos.” dijo el hombre. La policía empezó a reírse de esta situación tan ridícula y salieron después de avisar a María Teresa de que debía tener cuidado antes de acusar a alguien de un crimen. Ella se disculpó y todos regresaron a sus casas mientras los vecinos se peleaban por los gatitos y la leche que el hombre “había malgastado” durante estos días.
Al final, el hombre no había hecho nada extraño mientras estaba en su granero pero María Teresa aprendió mucho después de su experiencia con el espionaje. A ella, le gustaba analizar los hábitos y acciones diarios de otros porque quería saber las razones por las que la gente hacía lo que hacía. Aunque en su juventud no descubrió las cosas que imaginaba, María Teresa descubrió cosas que le hicieron pensar en el mundo en que vivía. Desde una edad muy temprana, ella empezó a poner más énfasis en la pregunta de ¿por qué? La vida diaria, para ella desde luego, tenía mucho que ver con lo que las personas miraban, pero también se dio cuenta de que había muchas emociones, motivos y pensamientos que existían detrás de las acciones y palabras. Ahora ella es psicóloga y es muy conocida en su trabajo porque (obviamente) tiene mucha experiencia.

Posted by Karleigh Rose Pettit a las 6:15 p. m. // 0 comentarios // //  


El color aceituna

Parecía un día normal, pero podría haber sido el peor de mi vida.

“¡Levántate, Gracia!” mi madre me gritó, golpeando la puerta. Me desperté de mi cama, grande y cómoda con una manta blanca y sábanas azules. Cada movimiento que hacía, me dolía. Miré nuestro jardín por la ventana. Lluvia. Rezo que hoy no sea el día, pedí. Las hojas, pequeñas y mojadas, caían como lágrimas amarillas. Me dirigí muy despacio al espejo grande y antiguo junto a mi aparador. Pero no vi a mi misma, y en cambio toqué la foto enmarcada.

Él era perfecto, pensé, sonriendo. Miré su cara con una sonrisa parecida.

“Javier,” murmuré. Le recordaba como cuando era bebé, durmiendo en su cuna. Sus pestañas eran gruesas y morenas, como su pelo. Su piel era de color aceituna y tan suave, como si fuera acariciado por la arena.

“Javi es el bebé más bonito de Madrid, ¿no?” siempre nos preguntaba nuestra madre. Nunca podía dejarle, mientras nuestro canguro nos llevaba, nos alimentaba, y nos llevaba al colegio a mi y a mis hermanas.

Una tarde, después de nuestras clases, mi amiga me preguntó susurrando si odiaba a mi hermano pequeño. Nunca en mi vida había lo pensado. Sólo negué con la cabeza, frunciendo el ceño. Pero una parte de mi corazón esperaba que mi madre me mirara así.

“¡¿Gracia?!” otra vez me chilló. De prisa, recogí mi ropa del suelo, la misma que llevé ayer. Desde el accidente, no ha habido mucho tiempo para las cosas diarias. Había olvido los días en que la colada era lo más difícil. Levanté mi suéter del suelo y olía a detergente, una mezcla del lino lavado y las lilas de la primavera.

“¡Cállate, Sofía!” Ana le gritó a nuestra hermana con una mirada fría. Me puse las manos sobre las orejas perfectas de Javi para que no pudiera oír las palabrotas de nuestra hermana. Ana, la mayor de los cuatro, negó con la cabeza. Sofía, la segunda, se cubrió la boca con la mano, escondiendo su sonrisa. Estaban escondidos en el pequeño cuarto de la colada, que olía a la ropa que esa mañana se había lavado.

“¡Chicos!” nuestro canguro, Isabel, nos gritó en voz alta. “¿Dónde estáis?” Se acercó a donde estábamos, pero nos quedamos callados. De repente, una cesta, llena de ropa lavada, se cayó. Al sonido, ella abrió la puerta y, riendo, levantó las sábanas.

Bajé las escaleras. Llegué al primer piso donde me esperaba mi madre. En ese momento, vi lo vieja ella había llegado a ser. Pequeña y débil, estaba de pie junta a la puerta. Apenas hizo caso de mi presencia, a pesar del ruido de mis zapatos ruidosos en las escaleras.

“¿Mamá?” le dije. Se volvió y me miró con una mirada vacía como si no me reconociera. Parpadeó los ojos, y unas lágrimas se le cayeron a las mejillas blancas.

“¿Estás lista, ya?” me masculló, finalmente. “Puedes llevarnos.”

Subimos al coche negro de mi padre. Siempre, mis hermanos o yo teníamos que conducir. Desde la muerte de mi padre, ella no podía tocar cualquier cosa suya, y le dio a Javier su propio coche para su trabajo en una ciudad muy lejos a la nuestra. Llevábamos años sin vernos, Javier y yo. Y ahora…

“Ana está en camino del aeropuerto al hospital con Carlos,” me dijo entre dientes. “Sofía ya está ahí. Llegó anoche. Estabas dormida,” Yo sabía que ella quería que yo me moviera más rápido. Subí al coche.

“¿Por qué estarán todos ahí?” le pregunté, sujetando el cinturón de seguridad.

“Tú sabes por qué, Gracia. ¿Necesito decírtelo otra vez?”

“No, madre. Lo siento,” contesté. La verdad era que no quería oír el estado verdadero de mi hermano menor. De nuevo, no.

“No te disculpes,” me dijo fríamente. “Nunca eras tan trabajadora como tus hermanos. Eres la única sin trabajo, sin familia…” se puso a llorar. La familia de mi hermano había muerto cuando ocurrió el accidente. Me puse a conducir sin dirigirle la palabra.

Llegamos al hospital, el mismo en el cual mi padre se había quedado durante meses. Isabel nos llevaba aquí para visitar a mi madre y a Javier durante la semana en la cual mi padre dejó este mundo, y en la cual mi hermano menor, entró en él.

“¡Qué pequeño!” decíamos cada vez que la enfermera nos permitía abrazar al bebé. Pero, como siempre, nuestra visita terminaba con nuestro padre. Si mal no me acuerdo, mi padre parecía normal. A mí, me parecía que mi padre se alojaba en el hospital para estar más cerca de mi madre y el hijo que, por fin, tuvo. Sabía mucho menos de lo que Ana y Sofía sabían. Pero un día supe todo.

“¿Podemos quedarnos con Papá aquí? ¡Hay tantas camas!” les pregunté a mis hermanas mayores, los ojos llenos de la esperanza. “¡Y así podremos jugar más con Javi!”

“Tonta,” contestó Ana. “¿No lo sabes?”

“¿Qué?” le pregunté.

“Papa está muriendo,” me dijo con lágrimas en los ojos. Mis recuerdos tristes me acompañaron al cuarto donde estaba mi hermano.

Tiene que ser otra persona, no mi hermano, pensé, mientras dormía en su cama. Los párpados le cubrían las pestañas. En diferentes partes, le habían cortado el pelo para la cirugía. Su piel era gris, y seca como si un papel de lija le hubiera acariciado. Podía ver la vida dejándole. Mi madre se fue, sin decir palabra a sus hijas. Vi sus lágrimas y sabía que estaba acordándose de mi padre. Siempre nos decía que si queríamos ver a nuestro padre, debíamos mirar la cara de nuestro hermano menor. Sus rasgos eran parecidos. Ana y Sofía me vieron y me abrazaron. Sus esposos e hijos quedaron en la sala de espera.

“¿Qué tal tu trabajo?” Sofía me preguntó, intentando charlar de otras cosas. Cuando no le respondí, se dio cuenta de que yo todavía andaba desempleada.

“Entonces, recomiendo que sigas buscando. No te quedes en la casa de mamá. Sabes que la vida será más insoportable cuando…” Ana no acabó su frase. Sofía parecía tan nerviosa por lo que Ana no pudo decir. Nuestra madre nos miró con una mirada triste, y volvió a su hijo. “Pronto,” Ana nos dijo. “Es lo que los doctores me han dicho.”

* * *

A lo largo del día, el estado de mi hermano se empeoraba. Al anochecer, su vida se apagó como la luz a la puesta del sol. La lluvia había arrancado todas las hojas de las ramas. El otoño, el invierno. Otra vida pasó.

Hace unas semanas que mis hermanas no me llaman. Sofía regresó a La Coruña con su familia. Ana a Londres. Yo a la casa de mi juventud. Nunca en la vida me he sentido tan sola.

“¡Gracia! Ven,” mi madre me llamó. “Tienes una llamada. Sofía.”

“¡Oye! ¡Qué noticias tengo!” Ana no esperó a que yo contestara. Resulta que mi hermano me había dejado su casa y sus hijos, mis ahijados, en su testamento. Sólo quedaba la casa. El teléfono me cayó de las manos y me puse llorar por primera vez desde que Javi murió.

“¿Qué dijo?” preguntó mi madre, entrando por la puerta de la cocina.

“Nada mamá. Mañana me voy,” y pasé por su lado, dejándola sola.

* * *

Mi vida sería diferente en Valencia, pero podría ser mucho mejor.

“¡Levántala, Gracia!” mi vecina me gritó, moviendo con dificultad una caja grande del taxi. La llevamos a mi puerta, y volví al taxi para recoger la última maleta. De repente, alguien me dio un golpecito en la cintura. Di la vuelta y vi a un chico pequeño con el pelo moreno.

“Dile tu nombre, mi amor,” le mandó la vecina a su hijo. Me agaché junto al niño.

“Soy Javi,” me dijo en voz baja.

“El nombre de tu hermano,” su madre me dijo, sonriendo.

“Mucho gusto, Javi,” susurré, cogiendo su mano pequeña de color aceituna.










Posted by Caitlin Wolter a las 11:04 p. m. // 0 comentarios // //  


¿Quién es Santa Clause?





I
Era la víspera de la Navidad. Las calles eran llenas de gente a que solo quedaba pocas horas para encontrar el regalo perfecto para sus seres amados. Había gente por todos los rincones, cantando villancicos en voces altas y felices. Se podía oír el tintineo de los cascabeles y el taconazo de los cascos de los caballos que pasaban sobre una calle cubierta en una capa fresca de nieve. Seguro que la Navidad había llegado.
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Para todos, la Navidad es un tiempo de alegría. Las familias se juntan para celebrar el nacimiento de Jesús y la esperanza del año nuevo. Los niños esperan la llegada de Papa Noel y los adultos disfrutan de intercambiar regalos con sus familias y amigos. Según la opinión de mucha gente, es la mejor estación del año.
II
Felipe González se sentaba en la mesa con su familia. Mientras comer, la familia González miraba muy intento las noticias de ese día 24 de diciembre. En un segmento, una presentadora andaba por las calles de Madrid, entrevistando a gente de todas edades para preguntarles, “¿Quién es Santa Clause?” Una niña de no más de 6 años chilló, “El señor que me va a traer regalitos mañana. ¡Él es fantástico!” A veces las personas mayores replicaron con sarcasmo, “No existe este Señor Clause. Yo solo conozco a Papa Noel,” rechazando la influencia y comercialismo de la Navidad norteamericana.
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La hermanita de Felipe interrumpió el programa, “Mama, Papa Clause va a visitar nuestra casa esta noche, ¿no? Ya hemos adornado el árbol y tengo galletas y leche para dejarlo si él tenga hambre. Espero que él no se olvide de nosotros.” Felipe, quien ya llevaba 10 años de escepticismo sobre el tema de Santa Clause dio su opinión a su hermana menor. “¿Todavía no sabes la verdad? Pues hija, seguro que te das cuenta de que mama y papa son los que nos regalan todo. ¡Santa Clause no existe!” En seguida sus padres le gritaron. “¿Cómo puedes decirla tanto locura? Sí existe Papa Noel y sí viene esta noche. Solo esperamos que él no te traiga nada salvo cajas llenas de carbón.” “Ahh, vamos a ver. Seguro que ‘él’ me va a traer los esquís nuevos que le pedí,” replicó Felipe. La familia terminó el resto de la cena en silencio, escuchando las canciones bonitas del coro que cantaban en la iglesia situada por el otro lado de la calle.
III
Felipe pasó el resto del día en la ciudad. Todavía no había comprado nada para su familia pero seguía andando por las calles sin intento de elegir unos regalos para ellos. “¿Por qué necesito comprarles algo? Ellos solo van a olvidarse de todo el día siguiente. No pasará nada,” pensó Felipe.
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Más tarde, mientras preparándose para acostarse, Felipe pensó de nueve en los regalos y miró por la ventana hacia el cielo estrellado de la noche misteriosa. Simultáneamente, el susurró con sarcasmo, “Santa Clause, si existes, por favor tráeme algunos regalos para mis padres porque ya sabes que no les he comprado nada. Gracias.” Luego, se acostó.
IV
Su sueño era vivido. Felipe nunca podía recordar algo parecido. Los olores, los colores, y los sentidos parecían casi verdaderos. Imaginaba que volaba por el aire. La noche era fresca y clara. Miles de estrellas iluminaban su sendero. Abajo, podía ver la manta de luces que venía de las casas. También se veía las columnas de humo que originaban de las chimeneas de las mismas casas, escondiéndose del aire frió de la noche. “¿Dónde estoy?” pensaba Felipe. “A mí, me parece el sueño más extraño de mi vida. Prefiero despertarme y volver a mi cama.”
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Inmediatamente, Felipe empezó a caerse a la tierra. Él gritó, girando sus piernas y abrazos en todos direcciones. “¡Ayúdame! ¡Voy a morir!” Al instante, oyó una voz y una luz brillante relució en su cara. Felipe tenía dificultad con abrir sus ojos pero oyó a su madre llamándole desde la puerta. “Felipe. ¡Dios mío! ¿Qué pasó chico?” preguntó la madre con una mirada fija. “¿Quieres despertar a todo la familia?” Felipe se enderezó en la cama, confundido y asustado. “No mama. Está bien. Solo tuve una pesadilla. Lo siento por despertarte.” La madre apagó las luces y volvió a su habitación. Felipe se echó en la cama de nuevo y cerró sus ojos. Esperaba no volver al mismo sueño tan raro.
V
De nuevo su visión si hizo borrosa y Felipe volvió a su vuelta; esta vez más vivida y real que antes. Desde muy alto en el cielo, Felipe podía sentir el viento frígido en su cara. Todos sus sentidos eran agudos como si fueran partes de la realidad. “Solo quiero despertarme de esta pesadilla y volver a mi cama cómoda,” murmuró Felipe. Desafortunadamente, él sabía en su corazón que ahora estaba atrapado en el sueño.
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Esta vez, Felipe se dio cuenta de que ahora se sentaba en un trineo volador que no tenía ni alas ni motor. “¡Qué extraño!” pensó. “Pues, desde aquí tal vez puedo encontrar a Santa Clause. Seguro que está trabajando esta noche,” comentó Felipe, todavía capaz de quedarse con sus sentimientos de sarcasmo mientras soñando.
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En seguida, el trineo empezó a descender muy rápido hacia la tierra. Felipe gritó, aterrorizado por su muerte inminente. “¡Díos, por favor, déjame despertar!” pidió. En un instante, todo el mundo congeló. Su caída disminuyó y él recobró el aliento. Felipe se hundió muy lento hacia la tierra. No podía ver mucho por la niebla pero parecía que estaba acercándose con un barrio lleno de casas dormidas. Poco a poco la imagen se ponía más claro. Podía ver el perfil de su propia casa, ahora más vivida que nunca. De nuevo Felipe pensó en su familia dormida y su cama que le esperaba. “Pronto, todo va a desaparecer y voy a despertarme en la mañana de la Navidad,” se aseguró.
VI
Al llegar en el techo de su casa, Felipe buscó una manera de entrar en su habitación, pero desde tan alto, era imposible entrar una ventana sin caerse al suelo. La única opción que quedaba era bajar por la chimenea. “¡Qué asco!” exclamó Felipe al pensar de su entrada. No obstante, cerró sus ojos y saltó en la chimenea. Felipe tosió muy fuerte mientras cepillar toda la ceniza con sus manos. “¡Por fin, he llegado!” exclamó Felipe con una gran sonrisa. Estaba a punto de entrar en su habitación cuando vio una bolsa llena de regalos sentado en el suelo justo al lado de sus pies. “Me parece que mama y papa se olvidaron de poner estos debajo del árbol,” pensó Felipe. Por eso, bajó muy tranquilamente las escaleras y dispersó todos los regalos (incluso un par de esquís nuevos) por el suelo. Finalmente, al regresar a su habitación, Felipe encontró una cama vacía. Aunque se sentía muy despierto, se metió en la cama con la esperanza de despertarse de este sueño tan raro.
VII
Felipe González se despertó por los gritos entusiásticos de su hermana menor. “¡Felipe, despiértate, despiértate! Ya es la Navidad. Ven aquí. ¡Mira todos los regalos que Santa Clause no ha traído!” Felipe no podía abrir sus ojos. Tenía muchísimo sueño por no dormir bien la noche anterior. “Gracias a Dios. Ya es la mañana y la pesadilla ha acabado,” susurró Felipe. Luego se levantó y bajó la escalera para reunir con su familia que ya había empezado a abrir los regalos en el salón. Al llegar al descansillo, se encontró con miradas fijas de todo su familia. “¿Qué? ¿Por qué me miráis como si tuviera dos cabezas?” preguntó Felipe. Sus padres se quedaron en silencio pero su hermana se enderezó y le interrogó, “¿Por qué llevas las botas y el sombrero de Santa Clause?”

El Fin










Posted by Christopher Pipala a las 2:15 p. m. // 0 comentarios // //  


Concurso de cuentos 2007

Es vuestro turno: ahora os convertiréis en escritores de cuentos. Cada uno de vosotros tiene que escribir un relato breve y publicarlo en este blog. ¿Cómo? Es muy fácil.

INSTRUCCIONES:

  1. Pensad y elegid una historia (puede ser real, algo que os haya ocurrido, por ejemplo, o inventada). Si no se os ocurre nada podéis inspiraros leyendo alguno de los cuentos de la Antología o los cuentos escritos por vuestros compañeros el año pasado (los enlaces a esos cuentos están en la sección “Nuestros cuentos (2006-2007)” de la columna de la derecha.
  2. Escribidla utilizando los tiempos del pasado.
  3. Utilizad, al menos, cuatro de los conectores, adverbios o expresiones de la fotocopia “ESCRIBIMOS HISTORIAS”.
  4. Escribid tanto como queráis: no hay límites, ni de extensión ni de imaginación.
REQUISITOS:
Fecha límite de publicación:
GRUPO A: Viernes, 30 de noviembre de 2007.
GRUPO B: Domingo, 2 de diciembre de 2007 (13:00 pm).
Extensión mínima: No hay


Votaciones: Una vez que hayáis publicado vuestros cuentos, a partir del día 3 de diciembre, empezará la fase de votaciones. En ese momento aparecerá un panel para votar por cada cuento al final del texto. La puntuación que podéis darle a cada uno va desde 1 (puntuación más baja) a 5 (puntuación más alta). El cuento que más puntos reciba de cada grupo recibirá un premio sorpresa.
¡Suerte!


MATERIAL DE AYUDA:
Documento "Escribimos historias".


Posted by Noelia a las 2:48 p. m. // 0 comentarios // //  


El Botón

Clara, una chica que vivía en Sudamérica, trabajaba todos los días en un edificio. Cada noche ella subía al ascensor, pasaba la aspiradora y limpiaba las mesas y las oficinas. Ella estaba muy aburrida cada noche que pasaba trabajando. Su vida era un rollo hasta un día cuando ella pulsó un botón que cambió su vida.


Una noche ella estaba limpiando un teléfono y pulsó el botón y apareció una escena de una oficina. Había un hombre en la pantalla, un limpiador como ella. Ellos se miraron, y de repente, Clara apagó la pantalla. Después de este incidente Clara y Vladimir empezaron a hablar.


Aquella noche Clara y Vladimir decidieron cenar juntos. Ella cocinó una sopa con verduras y trajo una barra de pan al edificio. Clara llevaba un vestido de gala y estaba muy guapa. Vladimir condujo a la oficina para asistir a la cena en la oficina en Rusia. Ellos estaban cenando en sus propios países con la misma sopa cuando un hombre en Rusia entró en la oficina y empezó a gritar a Vladimir. La pantalla se apagó y Clara se fue de la oficina y corrió a su casa. Ella tenía miedo de las consecuencias de su cena con Vladimir y también ella quería saber las noticias de Vladimir en la oficina en Rusia. Después de dos meses, ella todavía estaba limpiando el edificio. Vladimir no la llamó y los propietarios del edificio no le dijeron nada sobre su cena. Ella continuaba limpiando todas las noches y todavía estaba esperando a Vladimir…

Posted by Kelsey Harmer a las 12:14 a. m. // 0 comentarios // //  


Por causalidad

Todas las madrugadas trabajaban en sus propios continentes, solos y sin recibir ninguna agradecimiento. Clara limpiaba los despachos de la sede de una empresa transnacional y de America del sur, y Vladimir vigilaba el inmueble de una empresa en su país de Rusia. Al final, ella estaba harta de todo su trabajo, y aún más de su vida en general. Su horario era el mismo cada día, trabajaba de madrugada y dormía por las mañanas sin conversar ni pasar tiempo con ninguna persona. Nadie la llamaba ya, nadie la visitaba, nadie la echaba de menos ni siquiera lafamilia que quedaba. Una noche cuando Clara sentía queno podía tolerarlo otro día, la mano tropezó con la máquina que cambió su vida para siempre.

Estaba limpiando la sala de conferencias donde los jefes y los hombres poderosos se reunían para tomar las decisiones de la empresa, la última sala de las que se hacia cargo, cuando la mano puso en marcha el teléfono vídeo que los jefes usaban para comunicarse con sus colegas de otras partes del mundo. Por casualidad, las empresas para las cuales Vladimir y Clara trabajaban eran principales socios comerciales y por accidente ella llamó a la sala de conferencias que estaba en el inmueble donde Vladimir trabajaba.

En Rusia, Vladimir, un guardia leal y noble, se dio cuenta de que el teléfono vídeo había sido puesto en marcha, entonces se fue a investigar. Cuando llegó, la vio a Clara, quien a el, le parecía la mujer más hermosa que había visto en toda su vida. Después de que se vieron, Clara, avergonzada y tímida, rápidamente colgó el teléfono. Sin embargo, le intrigaba este nuevo hombre. Ella terminó su trabajo de la noche y regresó a casa, sin dejar de pensar de él. Él tampoco podía pensar en otras cosas esa noche. Ambas personas tanto querían un amigo que la imagen de una persona en otro país lejos de su propia patria les dio esperanza.

El siguiente día cuando trabajaba Clara llamó Rusia a la vez, pero ahora no por accidente. Vladimir estaba esperando en la sala, con esperanza de que ella lo llamara. Se hablaron, y decidieron cenar juntos la próxima noche a través del teléfono vídeo. “Cocinaré mi sopa favorita”, Clara le dijo. “¿Te gusta la sopa?” “¡Claro que sí! La cocinaré también.” Vladimir le dijo. Aunque vivía en Rusia, Vladimir hablaba español perfectamente.

Los dos disfrutaron la cena mucho. Todo el día después estaban felices. Decidieron cenar juntos una vez cada semana. La amistad entre ellos mejoró sus vidas; ahora ni Clara ni Vladimir se sentían tan solos. Después de algunos meses, Vladimir hizo planes para visitar a Clara en Ameríca del sur para cenar juntos sin el teléfono.

Posted by Meghan Tighe a las 8:13 p. m. // 0 comentarios // //  


Clara y Vladimir

Clara es limpiadora de un negocio en Sudamérica. Vivía sola en un piso con su gato, y estaba esperando para algo bueno para pasar en su vida. Trabajaba cada noche limpiando los despachos hasta un día encontré un teléfono con video. Con el video vio un hombre que le interesaba.
Vladimir es ruso y también trabajaba cada noche limpiando en un negocio importante. Un día, cuando estaba limpiando la sala de congreso apareció una mujer en la pantalla. Este día fue horrible, habló con su familia y había algunos problemas con su madre. El solo quería terminar su trabajo y regresar a casa. La mujer en la pantalla fue como un regalo de los dioses. Era una mujer hermosa con pelo moreno y con una sonrisa magnífica.
Empezaban a hablar cada noche al mismo tiempo. Había algunos problemas porque no hablaban la misma lengua, pero las sonrisas y los gestos dijeron más que las palabras. Cada día hablaban sobre un tema diferente, un día la música, y otro el arte, cada vez mejorando su propio lengua de amor. Clara estaba muy contenta con su nuevo amigo y quería que el le pido para una cita. Después de algunas semanas Clara le pido a Vladimir. La próximo vez ellos trajeron sopa y cenaban juntos. Desde allí decidieron conocer el uno al otro en Rusia para las navidades.

Posted by Marissa Diaz a las 6:53 p. m. // 0 comentarios // //  


Amor

Amor
Había una vez dos personas, una chica y un hombre. La chica se llamaba Clara y el hombre se llamaba Vladimir. Ellos nunca habían hablado, nunca habían oído nuestros voces, pero el amor que ellos sentían era real. Su amor era complicado.

Clara trabajó toda su vida como limpiadora. Después algunos anos ella había terminado con un trabajo como limpiadora para una mujer y empezó un nuevo trabajo con otra mujer. Por toda su vida Clara era una cara sin nombre una persona extra en la vida de las personas tan importantes en la vida. Ella nunca estuvo casada porque ella trabajaba siempre sola y empezó trabajar en una gran oficina de negocios con muchas otras mujeres que eran como ella.

Vladimir sin embargo estaba muy ocupado con su vida. La vida que él vivía era muy rápida. Él era un hombre muy importante en Rusia. Él siempre tenía reuniones muy importantes. Él era el más importante y toda la gente conoc’ia la cara de Vladimir. Pero él estaba cansado de esto y empezó a permanecer más tarde y en su oficina después del todo el mundo habían salido la oficina.

Clara había trabajado sola durante muchos anos la tranquilidad en la oficina después de que todo el mundo saliera le gustaba mucho. Durante este tiempo Clara debía pensar en todo, especialmente en un amor que ella nunca tenía.

Posted by Meagan Pagano a las 4:43 p. m. // 0 comentarios // //  


El guiño malvado

Era un día como todos los demás, se dijo a sí misma, mientras entraba en el ascensor. No miró a su reloj como es la acción habitual de las personas que suben en los ascensores. Ya sabía la hora. Pero miraba, como si estuviera en un trance de tristeza, los pies. No creo que me haya comprado nuevos zapatos desde que mi madre me regaló estos, pensó. Fue la noche buena de 1996, hace unos once años. Solamente éramos mi madre y yo, se acordaba mientras subía el ascensor. Su padre había muerto unos años antes, y su madre le acompañaría menos de seis meses después de aquella noche fría de fiesta y nieve.
Vale nos vamos, se dijo otra vez a sí misma y bajó del ascensor. Era su acción habitual como una de las personas que siempre están solas y que encuentran maneras de tener una conversación, a pesar de que sea una conversación silenciosa. Se puso a limpiar la oficina gris y desolada. Caminó al escritorio grande y alcanzó el abrazo sobre el ordenador para poder quitar el polvo en la pantalla. De repente, la mano chocó contra un botón del teclado. Sonaron algunos ruidos pequeños. Bip, bip. Como si algo estuviera al punto de conectarse… Frunció el ceño, echando un vistazo hacia abajo al teclado. ¿Qué es esto? se preguntó. Miró hacia arriba y se encontró con la cara de un hombre. Se sonrieron pero no intercambiaron ni una palabra. La conexión se disconectó y, otra vez, estaba sola.
Era un día como todos los demás….bueno, más o menos, reflexionó. No lo podía decir, pero algo había cambiado, y creía que tenía algo que ver con el encuentro del hombre en la pantalla…Se subió al ascensor. Se miró los pies. Pero en lugar de ponerse a recordar de lo que había perdido, echó una mirada hacia arriba sin querer. Entró en la oficina, pero no se puso a limpiar, y fue, casi corriendo, hacia el escritorio. Y ahí estaba, en la pantalla recién limpiada. Sonreía. Ella respondió con el mismo gesto.
“Clara,” dijo, señalándose con el dedo.
“Vladmir,” respondió. “Rusia.” Sin pensar, ella tocó el reloj con el dedo.
“Mañana. A esta hora,” y las imágenes de los dos desaparecieron en el abismo de la oscuridad. Había sido la primera vez que había hablado en voz alta hace mucho tiempo.
Vale, nos vamos, se dijo a sí misma con una sonrisa grande, una que no podía esconder. Cargada con bolsos llenos de comida, subió en el ascensor. Bajó y se puso preparar una sopa para cenar. No podía ocultar la emoción que se sentía aquella noche fría de diciembre. Tengo una cita. Tengo una cita para cenar, se repetía a sí misma. A la hora exacta de la noche anterior, se encontró otra vez con Vladmir. Él se sentó después de saludarla. Ella hizo lo mismo. Comieron en silencio, pero en un silencio familiar. Sonía el tintineo de los cubiertos sobre los platos, sorbitos del vino y de la sopa recién hecha, y las sonrisas de los dos. Clara tenía que decirse que él no estaba en la misma sala. Un día, susurró. Vladmir la oyó y la miró a través de la pantalla. Y a pesar del ambiente acogedor de la tarde, y su sonrisa permanente, de repente Clara se llenó con una sensación semejante a la tristeza a la que ya estaba demasiado acostumbrada.
Las citas de los dos siguieron. Después de unas semanas, Vladmir trajo a un intérprete, y se sintieron más y más cercanos. En pleno invierno, habían planificado que él iría a Colomia para visitarla. El día anterior del que hubiera llegado, Clara se encontró en el ascensor una vez más. Sería la última vez que tendría que limpiar los despachos, pasar la aspiradora, y quitar el polvo de las superficies. Estaba más emocionada por aquel día que había estado por la primera cita. Miró fijamente a la pantalla donde se había encontrado a su amor. La tocó y pensó, no me lo puedo creer que por fin vamos a estar juntos…De repente, Clara marcó el mismo botón que había marcado la primera vez. Una luz salió, y dio la imagén familiar we la mesa de Vladmir. En los primeros momentos, no había nadie. Pero luego, una voz pequeña y apagada murmullaba una canción infantil. Su dueña salió en la pantalla, una niña de cuatro años Clara calculó. Dos hermanos mayores la siguieron, trayendo unas fuentes de comida. La voz de Vladmir sonó del fondo. Él también traía una fuente de comida en una mano y en la otra una botella de vino tinto con dos copas equilibrando ruidosamente entre los dedos. Y como si el mundo en sí se explotó, Clara la vio. La mujer que sería la de Vladmir. Pero antes de que ella pudiese mirar a Clara, Vladmir, con un guiño malvado se apagó la pantalla con el mando. Pasaron unos moments antes de que Clara pudiera respirar. Cruzó sus brazos delgados, y cargados con las pocas joyas que tenía y que llevaba especialmente para aquella noche. Miró hacia abajo, vio los zapatos viejos y familiares, y recordó su tristeza.

Posted by Caitlin Wolter a las 11:28 p. m. // 0 comentarios // //  


Clara y Vladimir

Clara vivía sola en un piso en Buenos Aires, Argentina. Trabajaba como limpiadora en una oficina durante las noches. Estaba trabajando para ayudar a mantener su familia que vivía en las afueras de la ciudad. No ganaba mucho dinero pero continuaba ayudando. Vladimir vivía en Moscú, Rusia. Trabajaba como guarda de seguridad todas las noches. Nunca había problemas, entonces muchas veces se sentaba en uno de los despachos esperando el final del turno. Esperaba que algun día mejorará su puesto. Los dos vivían en mundos lejanos aunque eran muy similares. Un día sus mundos se unieron…

Clara llegó a su trabajo. Como todos los días, estaba pasando la aspiradora y limpiando los escritorios de los despachos. Por casualidad, pulsó un botón que encendió una pantalla de televisor. Simultáneamente, otra pantalla se encendió en una sala donde estaba sentado un hombre, Vladimir. Se sorprendió. Se levantó y caminó hacia la pantalla. Con curiosidad, examinó a la mujer que estaba en el otro lado. Él la sonrió y ella a él, pero con rapidez ella apagó la máquina con miedo a ser castigada. Durante un rato Clara se sentó y pensó en él. ¿Quién era? Al día siguiente, volvió al despacho. Pulsó el botón otra vez y el hombre apareció, esperando. Intentaron hablar pero se dieron cuenta de que no hablaban el mismo idioma. Sin embargo, se dijeron que iban a quedar a la misma hora el día siguiente. La noche siguiente, comieron juntos y hablaron tan bien como pudieron.

Días después, Clara todavía no podía olvidarle. Y a la semana siguiente, llegó a su trabajo bien peinada y maquillada. Tenía ganas de verle otra vez. Pero cuando pulsó el botón sólo el despacho vacío apareció en la pantalla. ¿Dónde estaba? De repente, Vladimir apareció desde el rincón del cuarto con una sonrisa brillante. Ella no podía creer que él estuviera allí. Lentamente, se acercaron y se besaron. Y a partir de entonces vivieron felices para siempre.

Posted by Samantha Hallowell a las 6:11 p. m. // 0 comentarios // //  


La pantalla del destino

Clara y Vladimir eran dos personas que, para alguien que no conociera su historia, no parecieron que tenían nada que ver una con la otra. Al principio esto era verdad, pero en un momento todo cambió en las vidas de los dos y desde ese momento, han estado unidos de manera inextricable.

Cada día, Clara subía en el ascensor con una cara muy triste para limpiar una oficina. Su vida no tenía ninguna importancia en su mente porque no tenía novio, su trabajo era aburridísimo, y no sabía qué debía hacer para cambiar este sentido de vacío interior. Una noche, ella entró en la oficina y encendió las luces como siempre. Pasó la aspiradora entre los escritorios mientras estaba pensando en lugares exóticos y personas nuevas. Después fue al salón de conferencias para limpiar la mesa con un trapo cuando, por accidente, pulsó el botón de un aparato de videoconferencia que estaba en la mesa. Sin saberlo, esto fue el momento del cambio total en su vida. Fue un día que, para todos los años siguientes, ella recordaría como diferente de los otros porque cuando ella pulsó el botón, la pantalla empezó a mostrar imágenes de otro lugar. Había un hombre en la pantalla y los dos no hablaron, pero se reconocieron sin palabras. Apagó la pantalla y se sentó para pensar un poco.


Al día siguiente, ella estaba limpiando la oficina otra vez y decidió pulsar el botón para reiniciar la llamada de vídeo. Parecía un accidente, pero es probable que fuera intencional. El hombre apareció en la pantalla de nuevo, pero esta vez los dos se presentaron. El hombre se llamaba Vladimir y era de Rusia y la chica era de Argentina y se llamaba Clara. Desafortunadamente, había una barrera lingüística y no se entendían bien. Decidieron, sin embargo, quedar una vez más la noche siguiente. La llamada de vídeo terminó con una mirada de cariño en los ojos de los dos.


Ese día, Clara llegó a la oficina, donde había una cocina, con todas sus provisiones. Ella hizo una sopa con caldo de verduras de la marca “Knorr” y luego fue a la oficina una vez más. Después de llegar, ella puso la mesa en el salón para la cena y cuando la pantalla estuvo encendida Vladimir apareció en su propia mesa con la misma comida. Cenaron juntos a través de la visión de la pantalla y había una conexión entre Argentina y Rusia en ese momento. Después de la cena, Vladimir trató de hablar en español con Clara con algunas palabras que había buscado en Internet. Él le dijo a ella que la quería mucho aunque los dos se conocían hacía dos días. Clara entendía el sentido de sus palabras y estaba de acuerdo con él. De alguna manera, este aparato los había predestinado los dos a encontrarse. ¡Qué lástima, sin embargo, que las dos personas vivieran tan lejos!
En los días siguientes, empezó a ser difícil para Clara encontrar tiempo por las noches cuando pudieran estar juntos a través de la pantalla. Las personas que trabajaban allí empezaron a trabajar hasta muy tarde y con la diferencia horaria entre Argentina y Rusia, Clara y Vladimir no podían hablar. Clara se ponía muy triste pero no sabía lo que podía hacer.

Pasó un mes y Clara no había hablado con Vladimir. Empezaba a pensar que quizás los dos no estaban destinados a nada. La noche que señalaba un mes exactamente desde la primera vez que hubieron hablado, Clara estaba llorando en su habitación cuando sonó el timbre de la puerta de abajo. ¿Quién podía estar en la puerta a esa hora? Ella abrió la puerta y allí estuvo Vladimir con flores para Clara. Ella empezó a llorar otra vez, pero en ese momento, fueron lágrimas de alegría. Vladimir vivió con Clara y estudió español para que pudieran hablar y después de casi un año, se casaron. Desde entonces, vivieron contentos juntos durante toda la vida. Clara tenía la vida que siempre había soñado.

Posted by Karleigh Rose Pettit a las 12:26 p. m. // 0 comentarios // //  


(Sin título)

Después de un accidente de coche en Madrid, Clara Martínez fue dejada sin familia. Incapaz de pagar todas las facturas de la vida cara en Madrid, Clara decidí mudarse a un pueblo pequeño en el sur de España para escapar de su pasado triste y empezar una vida nueva. Al principio todos sus sueños se realizaron en Andalucía. Con el poco dinero que se quedaba en su cuenta bancaria, Clara fue podido olvidarse de sus pesadillas por muchos viajes, excursiones, y noches de fiesta. Sin embargo, después de un mes, Clara se encontró sin dinero. Además, ella no tenía trabajo. Aunque muy inteligente, después del accidente, Clara se dejó de estudiar en la universidad. Sin la licenciatura, era difícil encontrar un trabajo bien pagado. Un día Clara se enfrentó con un folleto que anunció un trabajo de limpieza oficina por la noche. Inicialmente, Clara no quería trabajar por las noches, pero sin otras opciones, decidió contestar el anuncio. Dentro de una semana, Clara empezó a tener una vida rutina. Ella dormía durante el día y trabajaba por la noche. Su vida se volvió insulsa. Ella casi nunca podía salir de fiesta por necesitar trabajar seis días cada semana. Aún mas, su novio le había dejado por otra chica. Entre todo, Clara se sentía muy sola. Luego, una noche, su vida cambió para siempre.

Mientras limpiar una de las miles de oficinas, Clara pulsó un botón ordenador accidentalmente. En seguida, las luces del ordenador encendieron y se proyectaron sobre una pantalla grande. Asustado, Clara trató frenéticamente de apagar el ordenador para que nadie sepa de su error. Entre todo la confusión, Clara no se dio cuenta del imagen proyectado sobre la pantalla. Desde un lugar desconocido, la miró el rostro de un hombre igualmente confundido. Al ver la cara de este hombre extraño, Clara se puso nerviosa. ¿Quién es? – pensó Clara. En este momento, ella no lo sabía, pero este hombre desconocido estaba a punto de convertirse en su mejor amigo. Al empezar de hablar, los dos se dieron cuenta de que tenían mucho en común. El hombre que se llamó Víctor le invitó a Clara a comer una sopa mientras hablar por el video. Desde este momento, cada día Clara volvía a la misma oficina durante la misma hora para reunirse con Víctor. Los dos eran una pareja predestinada en el cielo.

Ahora, Clara y Víctor todavía son los mejores amigos pero en ese momento sus relaciones están diferentes que los de aquella primera noche en la oficina. Los dos están casados y tienen tres hijos. De nuevo, Clara vive en Madrid, el sitio de sus pesadillas horrorosas. No obstante, ahora Clara no necesita distraerse con viajes y fiestas sino con la presencia de su nueva familia.

Posted by Christopher Pipala a las 9:23 p. m. // 0 comentarios // //  


Clara y Vladimir

Clara trabajaba en un rascacielos en Argentina todas las noches. Era un trabajo duro, aburridisimo y solitario. Pero un día, cuando estaba limpiando la gran mesa en la sala de conferencias, pulsó un butón por accidente y de repente encendió la pantalla en el frente de la sala. Apareció el imagen de un hombre quien llevaba una chaqueta muy gordo y parecía que vivía en un lugar muy frío. Ellos les miraban por un rato sin decir nada. El día siguente ella pulsó "redial" otra vez intencionalmente y el hombre estaba esperándole. Este tiempo ellos les dijeron sus nombres. Después de mirarse, Clara indicó a su reloj y le preguntó, "¿Manaña?" Luego vemos Clara en un ascensor subiendo con una blosa llena de comestibles. Al mismo tiempo Vladimir está en el frío y la nieve de Moscow con su bicicleta. Ella preparó una sopa de verduras, puso un mantel encima de la mesa de conferencia y pulsó el "redial." Los dos comieron sus propias sopas de verduras mientras mirandose por la pantalla. Aunque hay demasiado espacio entre Argentina y Moscow, es evidente que ellos se quiseran. Entonces después de cenar juntos cada día por un año con la pantalla, ellos decidieron que Vladimir viajará a Argentina para que pudieron tener una cena juntos en el lugar donde ellos se conocieron por primera vez. En un tazón grandisimo, ellos compartieron sopa de verduras mientras hablando y mirandose. Después de algunos años Clara recibió un paquete en cual encontró una caja de KNORRS y nada más. Ella, un poco confundida, lo abrió y encontró un anillo precioso. Ella corrió a la sala de conferencias, pulsó "redial" y apareció Vladimir con una sonrisa grandisima. Ella le miró y le dijo mientras sonriendo, "¡Sí!" Ellos vivían juntos muy felices por muchos años.

Posted by Grace Campion a las 12:05 p. m. // 0 comentarios // //  


Miss Amnesia

Versión 1:


Versión 2:

Posted by Noelia a las 7:02 p. m. // 0 comentarios // //  


La sombra del viento


Algunas críticas, opiniones y reseñas sobre el libro:

Posted by Noelia a las 8:35 a. m. // 0 comentarios // //  


Una bienvenida = Una ventana abierta

Ventana sobre la palabra (IV)

Magda Lemonnier recorta palabras de los diarios, palabras de todos los tamaños, y las guarda en cajas. En caja roja guarda las palabras furiosas. En caja verde, las palabras amantes. En caja azul, las neutrales. En caja amarilla, las tristes. Y en caja transparente guarda las palabras que tienen magia.

A veces, ella abre las cajas y las pone boca abajo sobre la mesa, para que las palabras se mezclen como quieran. Entonces, las palabras le cuentan lo que ocurre y le anuncian lo que ocurrirá.

Eduardo Galeano (Las palabras andantes)

Posted by Noelia a las 7:58 p. m. // 0 comentarios // //  


¿Qué va a pasar después?

Para mí, después de leer el libro, pienso que no es tan malo como pensaba que sería. Si, obviamente hay partes un poco aburridas, como tantos detalles sobre los pensamientos de Julio, especialmente con respecto a su aversión injustificable a Orlando Azcárate. Sin embargo, creo que dentro de la historia existe suficientes giros en la trama, por los que, al final, la novela resulta bastante interesante. Una cosa que me gusta del libro es que el lector puede ver la historia y su desarrollo a través de varios puntos de vista. Es decir que lo interesante de esto es que uno puede leer y entender los sentimientos de cada miembro de este triángulo amoroso.

La historia de adulterio es algo de lo que muchos autores suelen escribir y un tema que suele aparecer en la televisión y el cine. Por lo tanto, ya que el adulterio es uno de los temas principales del libro, no es algo nuevo. Creo que sería más interesante si la novela tuviera más de la perspectiva de Carlos; más de cómo enteró de que la mujer de la que Julio hablaba en su sesión de terapia era Laura, su mujer. Sí sabemos que se enteró, pero no el proceso de cómo esto pasó. Me gustaría saber más sobre este proceso de cómo se sentía cada vez que hablaba con Julio y como pasó los días re-enamorándose de su propia mujer.

Como otra parte de este triángulo, Laura tiene algunas dificultades al cometer este acto de deslealtad a su marido con Julio. Lo que cuenta el narrador es lo mismo que ocurre en la mayoría de los cuentos de adulterio. La mujer no está alegre o está aburrida con su situación corriente. Quiere algo más. En un lugar encuentra a alguien (otro hombre) que tiene interés en ella. Esto es la cosa nueva que quizás puede emocionarla. Así que empieza pasar tiempo con el otro hombre y disfruta de lo peligroso y “tabú” de esta relación. Entonces, duerme con el otro y siente algo de vergüenza. En el caso de Laura, su madre se enteró e intentaba advertirla, pero Laura no le hizo ningún caso. Esta mujer, como muchas otras, quiere algo para mejorar la vida banal que suelen tener. Por lo tanto, no prestan atención a su familia o amigas o cualquier persona en la que han confiado. Pero, desde luego, algo malo sucede. Puede ser un divorcio, una ruptura de una buena relación entre amantes o como en esta novela, una muerte. Esta es la parte más triste y terrible del adulterio; el hecho de que hace tanto daño a las personas involucradas.

Al final de todo, aunque la historia contiene partes aburridas o partes previsibles, estaba bien escrita y llena de giros y mucha buena descripción, especialmente de los sentimientos de Jorge y los de Laura. Tal vez, la muerte de Carlos es algo bueno para la vida de Laura y obviamente para Julio. Pero, a mí, me parece triste que haya muerto cuando acabó de darse cuenta de que tenía que cambiar cosas y mejorar su relación con su esposa. Pues como todos los cuentos de Orlando que leímos dentro de la novela, este no tiene un fin muy claro porque aunque ahora sabemos que Julio y Laura pueden estar juntos, no sabemos si esto verdaderamente va a pasar.

Posted by Meaghan McSherry a las 11:51 p. m. // 0 comentarios // //  


Los Chicos de la Novela

Yo tengo un problema con la novela. Y es un problema grande en mi opinión. No entiendo cuándo para el amor entre amantes puede ser mejor que el amor de un padre por sus hijos. Mis padres (que son divorciados) me dijeron que vuestros amores a mis hermanos y yo son mejores que el amor entre ellos y sus nuevos maridos (respectivamente), y siempre puede ser así. Yo he pensado sobre este tipo de amor, y de verdad, puede ser más fuerte que el amor entre amantes. Pero, en el libro, este tipo de amor sagrado está roto, porque tenemos dos padres, Julio y Laura, que no dan la atención y el amor necesario a sus propios hijos.

Vamos a ver la situación de Julio. Él no tiene un trabajo que le gusta. Él está divorciado de su mujer. Y cuando ella llamó por teléfono sobre una cita que él tenía con su niño, Julio dio una excusa para no ir a la casa de su ex-mujer y jugar con su hijo. Sería mejor si la excusa de Julio fuera algo importante, como un problema con su trabajo o una enfermedad verdadera. Pero él solo quisiera charlar con Laura, algo que él pudiera hacer cualquier día de la semana. Yo recuerdo los fines de semana cuando visitaba a mi padre después del divorcio de mis padres. Yo quería verlo con todo mi corazón, y cuando él no pudiera tenernos en su casa algún fin de semana, mi corazón estaba roto. No es justo que en el libro Julio solo estuviera pensando sobre su vida en vez de la vida de su hijo.

Por el otro lado, necesitamos ver las acciones de la ex-mujer de Julio. Nosotros no sabemos mucho de ella, pero podemos ver algunas cosas que son importantes sobre ella. No tenemos ninguna idea que si Julio está ayudando a su ex-mujer con dinero, y si no está ayudando a ella, ella está cuidando a su hijo como una madre sola. También, sabemos que su hijo no tiene muchísimos años, y por eso, alguien necesita llevarlo a la escuela cada día. Y cocinar para él, y lavar su ropa etc. Y podemos ver que Julio no tiene ningún interés a ayudar a su niño. Esta mujer fuerte es una nueva imagen de la mujer antigua. Alguien que puede hacer todas las cosas sin un hombre en su vida. Y lo más importante que necesitamos ver es que a ella le encanta su hijo.

Sin embargo, la novela tiene otra mujer que tiene una relación con su marido que esté un poco más “normal” que la relación entre Julio y su marido. El cuidado de la niña se parece como la de la mujer de Julio, pero la única diferencia es que Carlos está ayudando a ella con la niña (él está pagando su parte del cuidado de la niña). La relación entre ella y su niña no parece algo especial, pero podemos ver algo interesante al final de la novela. Con la muerte de Carlos, podemos concluir que Laura no piense que la influencia de un padre natural es importante en la vida de un niño. Si ella penara que sí, es importante, que un divorcio sería mejor que una muerte.

Lo que no entiendo es que en ninguna parte del libro, los personajes principales piensan mucho sobre los futuros, sentimientos y las vidas de sus hijos. Es un crimen tener hijos; y después, no los cuiden. Los divorcios no son malos, pero los dos padres necesitan poner interés en las vidas de sus niños.

Posted by Andrew Pace a las 10:09 p. m. // 0 comentarios // //  


Los Niños del Cuento

Yo tengo un problema con la novela. Y es un problema grande en mí opinión. No entiendo cuando el amor entre amantes puede ser mejor que el amor de un padre para sus hijos. Mis padres (que son divorciados) me dijeron que vuestro amor para mis hermanos y yo es mejor que el amor entre sus nuevos maridos, y siempre puede ser así. Yo he pensado sobre este tip de amor, y de verdad, puede ser más fuerte que el amor entre amantes. Pero, en el libro, este tipo de amor sagrado esta roto, porque tenemos dos padres, Julio y Laura, que no dan la atención y el amor necesario a sus propios hijos.

Vamos a ver la situación de Julio. Él no tiene un trabajo que le gusta. Él está divorciado de su mujer. Y cuando ella llamó por telefono sobre una cita que él tuvo con su niño, Julio dió una excusa para no llegar a la casa de su ex-marido y jugar con su hijo. Esto sería mejor si la excusa de Julio era algo importante, como un problema con su trabajo o una enfermedad verdadera. Pero, él solo quisó charlar con Laura, algo que él pudo hacer cualquier día de la semana. Yo recuerdo los fines de semanas cuando visitaba con mi padre después del divorcio entre mis padres. Yo quería verlo con todo mi corazon, y cuando él no podría tenernos en su casa algún fin de semana, mi corazon estaba rota. No es justo que en el libro Julio solo está pensando sobre su vida en vez de la vida de su hijo.

Por el otro lado, necesitamos ver las acciones de la ex-mujer de Julio. Nosotros no sabemos mucho de ella, pero podemos ver algunas cosas que son importantes sobre ella. No tenemos ninguna idea si Julio está ayudando a su ex-mujer financialmente, y si no, ella está pagando para su hijo como una madre sola. También, sabemos que su hijo no tiene muchisimos años, y por eso, alguien necesita llevarlo a la escuela cada día. Y cocinar para él, y llavar su ropa etc. Y podemos ver que Julio no tiene niguno interés para ayudar a su niño. Esta mujer fuerte es una nueva imagen de la mujer antigua. Alguien que puede hacer todas las cosas sin un hombre en su vida. Y lo más importante que necesitamos ver es que a ella le encanta su hijo.

Sin embargo, la novela tiene una otra mujer que tiene una relación con su marido que está un poco más “normal” que la entre Julio y su marido. La cuidadez de la niña se parece los mismo como la de la marida de Julio, pero la única diferencia es que Carlos está ayundando a ella con la niña ( él está pagando su parte de la cuidadez). La relación entre ella y su niña no parece algo especial, pero podemos ver algo interesante al final de la novela. Con el muerte de Carlos, podemos concluir que Laura no peinse que la influencia de un padre natural es importante en la vida de un niño. Si ella piense que si, es importante, un divorcio sería mejor que un asasionado.

Lo que no no entiendo es que en ningun parte del libro, los personajes principales no piensan mucho sobre los futuros, sentimientos y las vidas de sus hijos. Es un crimen para tener hijos, y después, no cuidan a ellos. Los divorcios no son malos, pero los dos padres necesitan poner interés en las vidas de sus niños.

Posted by Andrew Pace a las 10:09 p. m. // 0 comentarios // //  


Crimen pasional

El desorden de tu nombre es una novela en que los escenarios juegan un papel integral en cuanto al desarrollo de la acción de la obra. Los lugares principales y más importantes donde se produce la acción de la obra son el parque, la oficina de Carlos Rodó y las casas de ambos Laura y Julio. De los menos importantes, existen los bares y otros sitios (como el coche) donde los encuentros secretos ocurren entre Julio y Laura.
Se puede observar que hay atmósferas interiores y exteriores, en las cuales la acción se manifiesta de maneras distintas. Con los cambios de los escenarios, se notan variaciones y transformaciones en el comportamiento de los personajes, y estas transiciones impulsan el pensamiento, la curiosidad, la nostalgia, la felicidad y otros sentimientos y procesos que terminan, sobre todo, en la pasión, la infidelidad y el crimen.
El parque, por ejemplo, es uno de los lugares más importantes de la novela, y es un lugar público y exterior. Es aquí donde Julio conoce a Laura, una de sus amantes, y aquí florecen las relaciones entre los dos. Después de las citas con su psicoanalista, Julio va al parque a sentarse y pensar. Un día, aparece una mujer que está jugando con su hija. Esta mujer se parece mucho a la amante perdida de Julio, y por eso se enamora de ella a primera vista. Le compara con su amante Teresa, que murió en un accidente de tráfico. Según Julio, Teresa se manifiesta en Laura, Teresa ha ocupado los ojos y los gestos y la risa de Laura para mostrar que aún está presente, y esto sirve como prueba de que pueden retomar su historia en otro cuerpo. Por esta razón, Julio está encantado por Laura, y luego ella por él, porque él muestra un interés en su vida.
Aunque ella está casada y tiene una hija, está aburrida y al final se somete a la pasión que siente por Julio, y en el parque tienen encuentros cada días. El amor que crece en el parque es un amor reservado, donde los dos tienen que controlar sus deseos físicos. Allí tienen conversaciones intensas y comparten un fuerte vínculo de tipo intelectual. Dicho de otra manera, el amor que crece en el parque entre Julio y Laura mantiene una pureza e inocencia, mientras que el amor que comparten en espacios privados es el opuesto total.
Con el cambio del ambiente exterior a un ambiente interior, las relaciones entre los amantes florecen en una pasión sexual y física. En la intimidad de las casas de Laura y Julio, las relaciones son mucho menos reservadas, y los dos aprovechan este espacio privado para realizar sus deseos. Para Laura, es como una aventura porque trae mucho riesgo y es una oportunidad para estar con un hombre que la quiere mucho (o sea, ella piensa que él la quiere mucho) y para estar en una situación secreta. Para él, es una oportunidad para estar con una mujer que parece mucho a Teresa, su amante de siempre, y por eso Julio lo disfruta mucho el aspecto físico. Con Laura, él se siente como está con Teresa, y que realmente es ella, en la forma de otra mujer. En las casas de los dos, todos sus deseos físicos cuales manifiestan sin cohibición. Es el único lugar donde pueden hacer lo que quieran sin pensar en el resto del mundo. Para ellos, el resto del mundo desaparece cuando están juntos en casa y no hay ninguna cosa ni nadie para impedir.
Dentro de los espacios interiores, todo lo intensifica mucho entre la pareja, y la infidelidad crece sin límites. Este ambiente más privado y más seguro que el parque provoca el pensamiento irracional de ambos amantes, Julio y Laura. Por una parte, Laura olvida de su familia, su obligación como una esposa y una madre, y por otra parte, Julio se pierde en los momentos de pasión y sexo, y no se da cuenta de que está una mujer completamente distinta de su amante verdadera, Teresa. Debido a la pasión intensa entre ellos, hacen decisiones egoístas y Laura mata a su esposo, que también es el psicoanalista de Julio.
Con el resultado de la novela, se ve claramente que los escenarios juegan un papel importante en la acción, y que provocan a los personajes a actuar de maneras distintas. En este caso, el escenario privado provoca una libertad y pasión intensa entre Julio y Laura, y termina con un crimen de pasión.

Posted by Katelyn O´Regan a las 6:14 p. m. // 0 comentarios // //  


Lugares interesantes de la novela

Los escenarios dentro de una novela son muy importantes. En otras palabras sin esos no existirá la acción. Pienso que no solo la acción es lo más importante sino también el simbolismo dentro de las escenas. Hay cuatro escenarios principales donde la acción se produce dentro de la novela El desorden de tu nombre: el parque de Berlín, la oficina de psicoanalista, la casa de Laura y Carlos y la casa de Julio. Pienso que cada atmósfera tiene un papel significativo.

El parque es el primer lugar que aparece la acción en la novela. En la primera escena el personaje principal Julio Orgaz entra el parque después de una cita con su psicoanalista. Eso es donde se encontra con su interés de amor Laura, una mujer casada. Más tarde el lector sabe que los dos quedan habitualmente cada martes y viernes en una zona distinta. Julio se reúne con Laura aquí porque es un territorio público y neutral donde los dos pueden conversar sin sospecha. Sirve para una cita clandestina. Me parece interesante que haya inocencia de los niños jugando alrededor del adultero emocional entre la pareja.

Julio va al parque después de cada cita con su psicoanalista Carlos Rodó. Por eso, la oficina de Carlos es el segundo escenario importante. En las reuniones con Carlos Julio le habla mucho sobre su relación y lío con Laura. Poco a poco Carlos le dio cuenta que ese mujer es su esposa. Pienso que la confesión más sorprendente es la relación entre las dos mujeres. Julio dice, “Laura se cree que para mí es Laura, cuando en realidad es Teresa.” Pienso que las citas en la oficina de psicoanalista son como un juego porque Carlos sabe que está ocurriendo con los amantes. La oficina es donde la verdad está revelada a Carlos pero es un lugar de confianza falso para Julio.

Para Julio el parque de Berlín y la oficina de psicoanalista son lugares especiales. Ambos son espacios de libertad personal donde él puede escapar las cosas aburridas de la vida cotidiana. Julio dijo, “…cada una de ellas producía frutos diferentes, pero complementarios” (62). Pienso que Julio le gustan las cosas habituales como sus encuentros con Carlos y Laura porque traen organización en su vida y los dos alivian su angustia.

Para la pareja casada, la casa es un sitio significativa. Me parece este sitio no es un lugar feliz pero es un hogar llena de tensión y soledad. Por ejemplo cuando Carlos y Laura están en casa juntos los dos saben que vuestra relación está destrozada. Carlos describe la cara de Laura como un rostro sin alma. Además muchas veces Laura está sola en la casa y ella está escribiendo en su diario o está fantaseado sobre Julio o la muerte de su marido. Creo que ella quiere escapar su vida cansada durante esas horas de libertad. “Le gustaba su casa cuando estaba sola, pensó mirando al techo. Carlos había llegado a convertirse en un huésped incómodo, un extraño, que, sin embargo, dormía junto a ella y era también el padre de su hija.” Es decir para los dos esa casa no es un lugar feliz. Quizás la escena más fuerte ocurre aquí en la casa triste; la muerte de Carlos. Dentro de su propia casa Laura le mato su marido.

Además la casa de Julio es el último escenario principal. Es un lugar privado donde Laura y Julio tienen relaciones íntimas en secreto. Pienso que esa casa significa los pecados. Por ejemplo los pecados del adultero y el asesinato. Creo que la escena más extraña de la novela es cuando Julio mató su pájaro. También me parece interesante que entre los dos casas el muerte ocurre porque a mí la casa es un lugar tranquil y seguro.

En suma el parque de Berlín, la oficina de psicoanalista, la casa de Laura y Carlos y la casa de Julio son los cuatros escenarios principales y tienen mucho importancia.

Posted by Colleen Walsh a las 4:48 p. m. // 0 comentarios // //  


La Ficcion y La Realidad

.) ¿Qué es lo que escucha Julio una y otra vez?
Julio escucha a la canción <> una y otra vez.
b.) ¿Por qué acude Julio a la consulta de un psicoanalista?
Desde la separación de su mujer, Teresa, hace algunos años, Julio va dos veces por semana a un psicoana­lista. Teresa Zagro murió en un accidente de autómovil poco después de romper con él y como resultado de esto, Julio tiene mucha ansiedad y necesita hablar con un psicoanalista para mejorar sus problemas.


c.) ¿Cuál es la relación entre Laura y Teresa?

Julio piensa que Laura es muy similar a Teresa, su ex-mujer. Escencialmente, Julio cree que Laura le parece la reencarna­ción de Teresa. Frecuentemente, cuando Julio observa a Laura, Julio ve a Teresa en el rostro y el lenguaje corporal de Laura.


d.) ¿Cómo se titulan al menos dos de los cuentos de Orlando Azcárate?
La Mitad de Todo y La Vida en el Armario son dos de los cuentos de Orlando Azcárate.


e.) ¿Qué significa el título de la novela?

El título de la novela tiene varios sentidos. Por ejemplo, el apellido de Julio, Orgaz, es el apellido de Teresa al revés: Zagro, es decir el desorden de su nombre. También, lo que más hace alusión al título, es la confusión de Julio, de Teresa y Laura. La mujer que está viva se llama Laura, pero para Julio las dos son una misma persona más allá de las diferencias de nombre. Y en fin, el título tiene una referencia a mi tema de los problemas con la relación entre la ficción y la realidad en El Desorden de Tu nombre.

Ficción y realidad en El Desorden de Tu Nombre

Creo que la obra increíble, El Desorden de Tu Nombre, es una novela que inmediatamente capta la atención del lector con el título. En mi opinión, el título tienta al lector a leer la obra y a descubrir la importancia de este título extraño y misterioso. Antes de nada, pienso que la novela por Millás es una novela que juega con el límite entre la ficción y la realidad y la idea de que a veces ambas cosas se encuentran. Durante toda la novela, hay mucha ambigüedad porque el lector siempre está pensando si las acciones del argumento son reales o son de ficción. Millás se vale de una trama amorosa construida sobre el esquema clásico del triángulo entre el protagonista, Julio Orgaz; su psicoanalista, Carlos Rodó; y la esposa del psicoanalista, Laura.
Me parece que es muy significativo que Julio trabaje en una editorial. Julio siempre quiere escribir, pero nunca ha llegado a terminar nada. Sin embargo, me parece que es obvio que Julio empieza a creer que la vida, lo que le sucede, es una historia que ha inventado él y que está escribiendo. Julio tiene la idea de que un hombre se enamora de una mujer que resulta ser la esposa de su psicoanalista, pero escencialmente, nunca se da cuenta de que eso pueda ser el caso en la realidad. Julio le cuenta al psicoanalista su idea de la novela pero sin él saberlo, este plan de la novela es su propia vida. El psicoanalista, que ya sospecha lo que pasa en realidad, le propone a Julio una posibilidad más: que el matrimonio se dé cuenta de lo que pasa pero que el paciente lo ignore. A Julio no le gusta esta posibilidad. Dice que "una situación como ésa podría darse en la vida, pero nunca en una novela" (p. 129). Esa es una de las confusiones de Julio, porque de verdad ocurre en la vida real y no en su novela.
Me encanta que Julio le declare al psiconalista que "no se puede escribir y vivir al mismo tiempo, no se puede ser escritor y personaje de novela al vez" (p. 131). Me parece ridículo que Julio comente con Carlos Rodó la problemática de todo escritor pero es bastante obvio que en realidad, Julio no es tal cosa. Hay que dejar delado la vida durante el tiempo en que se escribe una novela. También, creo que la expresión "en realidad" aparece muchas veces cuando el autor se acerca al tema del paralelismo entre la vida y la ficción. Julio piensa que nosotros no podemos ver y no podemos dominar la realidad de nuestras vidas. Es verdad que no podemos decidir sobre nuestra vida, es como si alguien nos la escribiera, alguien con un poder superior. En la novela, Julio adopta esta postura sin saberlo.
Muchos escritores usan un triángulo amoroso en sus obras, pero, en mi opinion, El Desorden de tu nombre, es una novela muy diferente y distinta en comparación con otras novelas con triángulos amorosos. Me parece que es muy normal que los amantes en un cuento de relaciones y amor sufran o terminen perdiendo. Esta novela es distinta porque hay una conclusión más o menos feliz porque al final, los ganadores aquí son Laura y Julio porque pueden estar juntos. Pero creo que El desorden de tu nombre, es diferente y único porque existe la contraposición de la realidad y la ficción que se encuentran. En general, no me gusta la novela porque esa ambigüedad con la realidad y la ficcíon es confusa y difícil a entender. Me gusta cuando una novela es simple y directa (en colores, cuando una novela es negra y blanca) y no me gusta cuando una novela, como El Desorden de tu Nombre, es desconcertante (en colores, esa novela es gris). En fin, Millás ha manejado sin duda materiales complejos y ha pretendido trazar una parábola ambiciosa sobre la cuestión de la identidad y el lugar de la ficción en nuestras vidas. Escencialmente, el escritor le muestra al lector para reflejar en su vida.

Categorias: La Vida Real, Amor,

Posted by Micaela Melley a las 3:35 p. m. // 0 comentarios // //