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Mi Casa No Es Su Casa

Mi Casa No Es Su Casa
Inspiró por el cuento breve, Miss Amnesia, por Mario Benedetti

Inicialmente Isabel tenía interés en la situación en frente de ella. Cada tres o cuatro horas, ella veía una chica con una falda marrón y una blusa crema. La chica siempre sentía en la plaza como que ella estaba esperando. Cada vez el mismo hombre cincuentón, bien vestido, con un portafolio negro venía y salía con la chica. Esta situación ocurrió tres veces durante el día. Quizás, Isabel pensaba, ellos son actores y están ensayando para un anuncio de televisión o una obra de teatro. Ella soñaba por un momento que era actriz famosa y tenía una casa grande, joyas preciosas, muchísimo dinero y muchos amantes guapos (pero amantes no un marido). Ella trabajaba en el banco detrás de un escritorio todos los días, entonces era fácil perder la cabeza en las nubes.
“¡Fíjate!” se dijo a se misma. Isabel tenía sus propios problemas. Ella ganaba bastante dinero en el banco y su marido ganaba muchísimo dinero porque era abogado. De todas formas, nunca ellos tenían dinero en casa. Ella no entendía por qué. Cada semana ella compraba la comida y de vez en cuando ella compraba un traje nuevo para su trabajo. Por el contrario, parecía que Marcos nunca gastaba nada. Los días de Marcos pasaban la misma manera. Él se despertaba a las seis y media, iba a la oficina, y volvía a las diez por las noches. Por lo menos, era lo que ella creía. Isabel no sabía exactamente lo que Marcos hacía en su oficina, pero ella pensaba que él era importante en el trabajo porque trabajaba mucho. Era verdad que todavía ella lo amaba aunque ahora nunca lo veía. Una vida sin dinero y sin un marido presente, era una vida bastante dura.
La noche llegó rápida pero ella no quería ir a casa sola y en la oscuridad. Isabel fue la última persona que salió el edificio. Mientras ella estaba cerrando la puerta, vio a la chica con la falda marrón y la blusa crema. En ese momento, la chica estaba sola e Isabel no veía al hombre de antes. “Qué extraño,” pensaba Isabel, “ensayar tan tarde por la noche.” Isabel anduvo a la chica. Era una niña, tenía dieciséis o diecisiete años. Cuando la chica vio a Isabel, la chica tenía una mirada de esperanza. Isabel le preguntó, “¿Para que estás ensayando? ¿Eres actriz? “
La chica respondió “Hace un rato abrí los ojos en esta plaza y no recuerdo nada, nada de lo de antes.”
Isabel tenía sorpresa. “Pero, pero… ¿Quién era el hombre que vi contigo durante el día?”
“¿Hombre?” la chica dijo. “Nunca he visto esta plaza. No tengo ningún recuerdo de este sitio.”
Isabel no sabía lo que hacer. No quería dejar a la chica sola en la oscuridad pero qué diría Marcos. Ella pensaba, si a Marcos no le gusta la situación que a vete a hacer puñetas. “Ven conmigo niña,” dijo Isabel. Ahora la chica tenía una mirada de alivio a la misma vez que ella cogió la mano de Isabel.
Mientras las dos andaban por las calles Isabel pensaba, “por fin, tengo alguien con quien hablar y tomar un café.” Ella no veía a la gente que dijo hola a la chica y no a ella. Ellas llegaron a la casa de Isabel. La casa estaba iluminada por dentro y se ve unas personas en la casa. “¿Que rollo es este?” Isabel dijo a se misma, “Marcos ha planeado una fiesta y nunca me dijo.” La hora está temprana para Marcos estar en casa, ella pensaba, y también dónde ha encontrado el dinero para una fiesta. Con una poca confusión, Isabel fue abrir la puerta con la llave. Ahora bien, la llave no funcionaba. Ella intentó abrir la puerta dos veces más pero la llave no era de esta cerradura. Cuando Isabel empezó gritar para Marcos, la puerta abrió. Opuestamente el hombre atrás la puerta no fue Marcos sino fue el hombre que ella había visto con la chica durante el día, el hombre cincuentón, bien vestido, con un portafolio negro. Isabel comienza decir a la chica, “Mira, tu amigo de antes, “pero antes ella terminó la oración el hombre dijo a la chica, “Mi amor, mi vida, ¿Cómo estas? ¿Cómo fue el día? ¿Has llevado una amiga de la oficina para cenar con nosotros en casa? “
Isabel estaba confundida y estaba enfadada. “¿Cuál es el significado de esta broma? Esta casa es la casa de mi marido y yo. Yo vivo aquí. ¿Dónde está Marcos? “
El hombre se rió “Hombre, mi mujer y yo hemos vivido en esta casa por diez años y el único Marcos aquí es nuestro hijo que tiene tres años hoy. ¿Estás aquí para celebrarse, no? “
La chica con la falda marrón y blusa crema miró al hombre y dijo, “Mi amor, encontré esta mujer afuera de mi oficina. Yo le pregunté si ella necesitaba ayuda. Ella no me contestó y ahora me ha seguido a casa y yo no sé lo que hacer con ella. No sé si ella es peligrosa o loca. Sin embargo no quiero ella aquí con el niño. “
Ahora, Isabel gritó, “¡No, no estáis locos! ¡Esta casa es mi casa! ¿Por qué estáis en mi casa? “
El hombre llamó a una persona que estaba la casa, “Juan, ven aquí y ayúdame con esta loca. “
Isabel vio a Marcos viene a la puerta y ella lloró con alivia. “¡Marcos!, ¡Marcos! Dices a esta gente que esta casa es nuestra casa y vivimos aquí. “
Él dijo, “Soy Juan. Aquí, te doy cinco euros para un café. Dejan mi hermano y su esposa en paz. “
Ellos cerraron la puerta. Cuando la policía llegó Isabel todavía estaba gritando, “¡Esta es mi casa! Déjame, yo quiero entrar en MI CASA. “
La policía salió con la mujer, y todavía estaba gritando.






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PUNTOS OBTENIDOS: 3,6

Posted by Amber Mooney a las 5:19 p. m. // // //  

1 Comment:

  1. Noelia said...
    ¡Muy bueno, Amber!
    Has conseguido que esté intrigadísima hasta el final.
    (Buena idea la de tomar otro cuento como referencia y continuar-cambiar la historia. ¿Sabías que eso lo hacen muchos escritores profesionales?)

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