29 marzo, 2014
Las cartas, el abrigo roso y la noche más largo de mi vida
Era un
jueves de noviembre del primer cuatrimestre de mi primer año de Holy Cross y era
cierto que estaba con mis amigos mejores, Shea y Philippe. Habíamos creado un palacio en la sala de Mulledy: cuatro sofás
en un cuadrado, cada persona de nosotros en nuestros propios rincones. Eran dos o tres de la mañana y teníamos hambre
en vez de sueño. Por suerte, Philippe tenía comida en su dormitorio; patatas fritas con barbacoa, almendras y
té con hielo. Subimos al tercer piso a
su cuarto y tuvimos un festín. Cuando terminamos la comida, Shea quiso jugar las cartas: nunca una sorpresa con Shea. Y subimos más a su propio cuarto al
cuarto piso. De repente, al sonido de la
puerta cerrado, Philippe gritó –¡mi llave!- llevaba solo su camiseta roja de Nike y sus
pantalones de chándal, estaba fuera de su cuarto por la noche.
Jugamos con las cartas hasta las cinco
en la mañana y empezábamos a arrepentirnos a nuestra decisión. Estaba aburrida y tenía más
sueño que en ningún otro momento de mi vida.
Sugirió Shea mirar la salida del sol pero a Philippe le falta su abrigo. Una media hora después, estábamos salidos de Mulledy, Shea y yo llevamos nuestras abrigos, y Philippe llevaba el abrigo de
esquiar rosa brilla de Shea. No podíamos
parar nuestras risas de esto espectáculo.
Miramos la salida de sol,
esperamos para el edificio de comida abre a las 7:30 de la mañana, y
revolvimos a nuestros dormitorios para preparar para las clases de mala
gana. Reconocimos unas horas después
para la comida y nuestros otros amigos estaban asombrados de nuestra noche. No recuerdo más del día porque mi único
pensamiento era “no te duermas durante clase, no te duermas durante clase…” Esa
noche, Shea, Philippe y yo estaban zombis y finalmente, a las once de la noche, me despedí
a mis amigos y me acosté. Aunque nunca
podré olvidar esa noche- porque tenía tres noches revolver a mi horario típico- guardamos la foto de Philippe en el abrigo rosa brilla con
la salida del sol en el fondo de nuestra noche.
Posted by Unknown a las 1:10 p. m. // // //
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