07 abril, 2013
Chicken, Alaska
Durante el verano en el que trabajé en
Alaska, conocí a mucha gente rara y aprendí, con rapidez, cómo navegar en su
mundo. Teníamos una cantidad de individuos que parecían personajes de las
películas y la persona más notable se llamaba Jim. Era un nativo y un
alcohólico que vino dos meses después de mí a Chicken, un pueblo de cuarenta
kilómetros de la frontera entre Alaska y Canadá y con una población de solo
cinco personas durante la mayor parte del año. Llegó para la posición de cocinero. Al principio,
Jim se comportó bien. No bebía ni un trago de alcohol, pero después de un par
de días, empezó a asistir a nuestros “fiestas” cada noche. Una semana más tarde,
Jim también fue echado del pueblo.
Un minero lo
había encontrado bebido en su coche que estaba colocado en una cuneta al lado
de la única carretera que pasa por Chicken. Lo sacaron y en seguida, regresó al café donde trabajábamos,
y situó su coche en otra cuneta del parking. Sabiendo dónde estaba y lo que
estaba haciendo, lo dejamos dentro de su coche mientras intentaba liberarlo.
Al
día siguiente, la jefa le despidió, pero él no podía irse hasta que consiguiera
una rueda nueva, así que ella le dio permiso para quedarse algunos días más. Tras
este tiempo, Jim causó más peleas que yo había visto en los dos meses anteriores.
Incluso, una noche, fue a todas la tiendas de campaña en que vivían los
empleados, borracho perdido y con un machete, intentando luchar con los demás. Durante todo esto, yo estaba con otros
empleados fuera del campamento, pero cuando regresamos, Jim estaba esperándonos
en el medio del parking con su machete. Yo no atrevía salir de la camioneta, pero
el otro cocinero, Sean, bajó con su rifle y no lo dejó hasta que tuvo el
machete en su mano. Gracias a Dios, la rueda llegó la mañana siguiente y Jim se
fue de Chicken, sin su machete y se encontró en la cárcel de Tok dos días
después por acciones similares.
Posted by Unknown a las 10:35 p. m. // // //
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