25 enero, 2007
Una bonita historia…
Antes que nada, Clara y Vladimir se conocieron por casualidad. Clara estaba limpiando la oficina cuando tocó el botón de “Rellamada.” De repente la pantalla se encendió y Clara, la empleada de limpieza, vio otra oficina y un hombre que trabajaba como guarda de seguridad. Como Clara estaba asustada, terminó la llamada rápidamente.
Después de aquella llamada, ellos empezaron a hablar y verse por videoconferencia todos los días durante algunos meses. Mientras pasaban el tiempo, ellos se enamoraban. Últimamente, después de muchos meses de hablar con tanta distancia entre ellos, Vladimir dijo a Clara que tenía que ir a Argentina. El tuvo que venir con su jefe para trabajar como guarda de seguridad durante una conferencia. Ambos estaban emocionados debido al hecho de que la conferencia tendía lugar en el mismo lugar en que ella trabajaba. ¡Por fin ellos se podrían ver! ¡Qué alegría!
Así, el día tan esperado llegó y Clara y Vladimir se conocieron cara a cara. Ellos pasaron todo su tiempo libre durante la conferencia juntos. Al final de ese tiempo, que era fantástico, Vladimir decidió mudarse a Argentina para estar con su amor.
Dos años pasaron y los dos se casaron en una iglesia vieja enfrente de todos sus amigos y familia de ambos países. Entonces, ellos se mudaron a una casa pequeña y empezaron su familia con el nacimiento de una hija.
Al fin y al cabo, todos las historias deben terminar con “y todos vivieron felices y comieron perdices.”
Posted by Meaghan McSherry a las 1:55 a. m. // // //